El llamado cloud computing es el término que se le da a la tendencia de basar las aplicaciones en servicios alojados de forma externa, en la propia web.
Dicho de otra forma, los datos y relaciones en este esquema no están en nuestros equipos ni dependen del sistema operativo de los mismos, sino en la red (the cloud, en la nube).
El Cloud computing permite al usuario acceder a un catálogo de servicios estandarizados y responder a las necesidades de su negocio, de forma flexible y adaptativa, en caso de demandas no previsibles o de picos de trabajo, pagando únicamente por el consumo efectuado.
Este concepto incorpora el software como servicio, como en la Web 2.0 y otras tendencias tecnológicas recientes, que tienen en común el que confían en Internet para satisfacer las necesidades de cómputo de los usuarios.
Tipos de Cloud
Cuando hablamos de Cloud Computing, debemos reconocer los diferentes tipos de Cloud que existen:
Cloud Privada: Infraestructura on-demand implementada y administrada exclusivamente por la organización, que controla que servicios ofrecer . Una Cloud Privada es una la mejor opción para las compañías que necesitan una alta protección de datos y asegurar el acceso continuo a los servicios sin la dependencia del acceso a Internet.
Cloud Pública: Infraestructura on-demand implementada de manera que puede ser accedida de manera pública y desde internet.
Generalmente ofrecida por empresas de comunicación y datacenter.
Servicios accedidos de manera estándar desde internet.
Muchos clientes diferentes pueden estar utilizando los mismos servidores, sistemas de almacenamiento, infraestructura de red, etc., sin que los usuarios finales tengan conciencia de que están compartiendo la infraestructura con otros clientes.
Cloud Hibrida: En una Cloud Hibrida se combinan los modelos de nubes públicas y privadas, donde el cliente es propietario de una parte de la infraestructura, mientras comparte otra. Este modelo de Cloud es el que en teoría sería el más atractivo para las organizaciones y el que más se desarrollara con el tiempo. Una Cloud hibrida trabaja bajo el concepto de federación y portabilidad.
Capas de Cloud Computing
Así como existen distintos tipos de Cloud, una Cloud puede estar a su vez subdividida en las siguientes capas
Software como servicio (SaaS). Es la capa más alta del Cloud Computing. Se ofrece directamente el software como servicio on-demand y en modalidad multitenance (una sola instancia del software que corre en la infraestructura y sirve a múltiples organizaciones de clientes), sin tener que preocuparnos de la plataforma donde se encuentra desarrollado, o la infraestructura desde donde el Software se ejecuta. Ejemplo, Google docs, Salesforce.com, Microsoft Office 365
Plataforma como servicio (PaaS). Es la segunda capa del Cloud Computing, donde se ofrece directamente un sistema operativo y un entorno donde desarrollar un servicio. Cuando se habla de PaaS se refiere a una plataforma que proporciona un conjunto de facilidades y herramientas para soportar un ciclo completo de desarrollo de un determinado software, incluyendo el hosting del producto resultante. Entre esas herramientas están IDEs, bases de datos, servidores de aplicaciones, gestores de fuentes, integración continua, software de trabajo colaborativo, etc. Ejemplo, Microsoft Azure, Google App Engine, VMware Cloud Foundry.
Infraestructura como servicio (IaaS). Es la capa inferior del Cloud Computing, donde básicamente se ofrecen los recursos de almacenamiento CPU, memoria y red para que podamos instalar el sistema operativo de nuestra elección, y desarrollemos en el Framework que deseemos. Ejemplo, vCloud Express de VMware, Amazon Web Services
Beneficios
- Integración probada de servicios Web. Por su naturaleza, la tecnología de Cloud Computing se puede integrar con mucha mayor facilidad y rapidez con el resto de sus aplicaciones empresariales (tanto software tradicional como Cloud Computing basado en infraestructuras), ya sean desarrolladas de manera interna o externa.
- Prestación de servicios a nivel mundial. Las infraestructuras de Cloud Computing proporcionan mayor capacidad de adaptación, recuperación de desastres completa y reducción al mínimo de los tiempos de inactividad.
- Una infraestructura 100% de Cloud Computing no necesita instalar ningún tipo de hardware. La belleza de la tecnología de Cloud Computing es su simplicidad... y el hecho de que requiera mucha menor inversión para empezar a trabajar.
- Implementación más rápida y con menos riesgos. Podrá empezar a trabajar muy rápidamente gracias a una infraestructura de Cloud Computing. No tendrá que volver a esperar meses o años e invertir grandes cantidades de dinero antes de que un usuario inicie sesión en su nueva solución. Sus aplicaciones en tecnología de Cloud Computing estarán disponibles en cuestión de semanas o meses, incluso con un nivel considerable de personalización o integración.
- Actualizaciones automáticas que no afectan negativamente a los recursos de TI. Si actualizamos a la última versión de la aplicación, nos veremos obligados a dedicar tiempo y recursos (que no tenemos) a volver a crear nuestras personalizaciones e integraciones. La tecnología de Cloud Computing no le obliga a decidir entre actualizar y conservar su trabajo, porque esas personalizaciones e integraciones se conservan automáticamente durante la actualización.
- Contribuye al uso eficiente de la energía. En este caso, a la energía requerida para el funcionamiento de la infraestructura. En los datacenters tradicionales, los servidores consumen mucha más energía de la requerida realmente. En cambio, en las nubes, la energía consumida es sólo la necesaria, reduciendo notablemente el desperdicio.
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